
Es el único ambiente del palacio real que ocupa dos plantas. Sus suelos, restaurados, son de terrazo, con pequeñas piezas polícromas dispuestas siguiendo un diseño geométrico. Las bóvedas y las paredes están decoradas con columnas adosadas y capiteles de estuco: todo ello pintado de adorno en claroscuro con figuras de amorcillos que imitan la técnica del bajorrelieve.